Acabo de
enterarme de que hoy es el cumpleaños de Gabriel García Márquez. Hasta hace
unos meses ni siquiera había leído nada suyo, y hoy es uno de mis autores
preferidos.
Hace poco leí esta cita y me encantó, por valiente, por verdadera.
Hace poco leí esta cita y me encantó, por valiente, por verdadera.
“Dile que sí,
aunque te estés muriendo de miedo, aunque después te arrepientas, porque de
todos modos te vas a arrepentir toda la vida si le contestas que no.”
Hace unos meses
decía que no a todo lo que podía volverme vulnerable, a todo lo que era
arriesgado o no entraba en mis planes…
Y hace poco vi una película, Di que sí. Como película es un poco patata y las situaciones que presenta son de lo más improbable en la vida real, pero me gustó por el mensaje que transmite. Trata de un hombre que está hundido y sin ganas de vivir, hasta que le recomiendan la terapia de decir que sí a cualquier propuesta que le hagan. Y diciendo “sí” le pasan cosas increíbles que se había estado perdiendo, la suerte le sonríe y vuelve a tener ganas de vivir la vida.
Y hace poco vi una película, Di que sí. Como película es un poco patata y las situaciones que presenta son de lo más improbable en la vida real, pero me gustó por el mensaje que transmite. Trata de un hombre que está hundido y sin ganas de vivir, hasta que le recomiendan la terapia de decir que sí a cualquier propuesta que le hagan. Y diciendo “sí” le pasan cosas increíbles que se había estado perdiendo, la suerte le sonríe y vuelve a tener ganas de vivir la vida.
A veces, te sumerges
tanto en la rutina, en lo vacuo de lo cotidiano, que poco a poco te engulle el
aburrimiento y pierdes el norte de lo que eres y de lo que una vez te apasionó.
¿Cómo? Imagino que razones hay muchas… por falta de motivación, porque estás
chof, por una ruptura dolorosa, porque un día te levantas y te das cuenta de
que la vida en la que te has atrapado no es la que querías…
Cuántas cosas nos
perdemos por precaución, por no volvernos vulnerables, por no salir de nuestra
zona de confort… por miedo.
Cuando eres pequeño el miedo es la oscuridad, los payasos, los monstruos, el hombre del saco, los personajes de películas de terror. Cuando eres mayor el miedo también es no atreverte, no decir que sí, por arriesgado, por loco, por irresponsable, por inmaduro, por lo que sea.
Cuando eres pequeño el miedo es la oscuridad, los payasos, los monstruos, el hombre del saco, los personajes de películas de terror. Cuando eres mayor el miedo también es no atreverte, no decir que sí, por arriesgado, por loco, por irresponsable, por inmaduro, por lo que sea.
La cita de
Gabriel García Márquez es una invitación a vivir, a decir que sí a las oportunidades
que se nos presentan, a decir que sí a lo que nos asusta pero hace que nos bata
el corazón a mil por hora. Es una invitación a decir que sí al chico que te
vuelve loca aunque te dé miedo que se convierta en otra historia que te haga
daño; una invitación a dejar atrás lo que te entristece y atrapar la
experiencia que te devolverá la vida. Es una invitación a ser valiente.
Yo aprovecho su cumpleaños y me auto-regalo decir que sí. A lo que venga, a lo que el corazón me dicte hacer. Y que las consecuencias sean las que tengan que ser.
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